jueves, 14 de febrero de 2013

Para Noe y Xiani



Arreciaba la tempestad. Aun era media tarde y apenas podían verse la una a la otra. Las monturas piafaron al ritmo de un trueno.

-No tenemos otra opción,  debemos dormir en la posada.
-Pero Xiana, esta no es recomendable. ¿Recuerdas lo que nos dijo el monje ciego? Es peligrosa. Dijo Noela, gritando para hacerse oír.
-No hay que hacer caso a los monjes ciegos, hermanita. Solo viven para confundir a los incautos. Rió, y su risa parecía amainar la lluvia, era agradable escucharla. -No hay otra en kilómetros. Es esta o arriesgarnos a perder las monturas.

                La posada era bastante grande, más de lo necesario para una comarca rural como esta. Lindaba con el camino mayor, eso es cierto, pero nadie paraba aquí, solo los aldeanos. Normalmente los viajeros preferían cruzar el río y atravesar el bosque en una jornada. Si salías temprano de Petrow llegabas antes de la hora de cenar a Ludon. La mejor posada de toda la comarca. Pero la tormenta de hoy anulaba todos los planes.

El cartel ponía “La Vara Cimbrante” Y su puerta era de madera robusta, tenía un refuerzo metálico bastante tosco, y sus goznes parecían mucho más grandes de lo necesario para sustentar el armazón.
.-¿Por qué tanta seguridad?- Masculló Xiana.- Esto no tiene mucho sentido.
-Ya sabes -respondió Noela- los aldeanos tienden a ser crédulos y temerosos, nos lo dijo el profesor de estudios mundanos. Tal vez sea por eso.
- Ya veremos,…

                 Desbridaron las monturas y las acomodaron en el pequeño establo que, como puntualizó Xiana, estaba también bien protegido pero con todos los cerrojos  descorridos.
-Aquí hay unos 6 caballos, de quien serán, parecen buenos y bien alimentados?
-Serán de otros viajeros atrapados por la tormenta, Seguramente se dirigían a Petrow, en sentido opuesto al nuestro, pues no he visto huellas en el camino, comentó Noela, intentando tranquilizar a Xiana. Sabía muy bien que es de las que actúa primero y pregunta después.
-Pues no me gustan, parecen monturas de batalla. Y están preparadas para salir.
-Déjalo, vamos a comer algo y a calentarnos a la lumbre. Ya lo sabremos una vez dentro.

Noela siempre sabía que decir. Por esa razón se esta especializando en los estudios más puros y teóricos, versados en los encantamientos y en la política. Xiana, en cambio, se centraba en lo físico. La mejor en espadón y en arco, incluyendo hombres, de la academia. Las llaman las hermanitas de la caridad. Son gemelas aunque no se parecían demasiado. Tenían una cierta empatía sensorial, algo parecido a comunicación telepática, Lo que una siente o piensa la otra lo sabía. No les exige ningún esfuerzo, es como escuchar.
Cogieron lo necesario para pasar la noche. Una, la enrome espada que ceñía en su espalda, bajo la capa, macuto y 3 monedas de plata. La otra un cofrecillo, su zurrón de cuero y una vara grande de caminar. Se despidieron de las monturas y entraron en la posada

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